Silvia Farga Albiol
Introducción
En esta entrada quiero dar a conocer una propuesta anual realizada a nivel universitario. Yo la hice como alumna y explicaré la misma desde mi experiencia como tal. La actividad se desarrolló con un grupo de 45 personas que cursaban el segundo curso del Grado de Educación Infantil. El grupo no estaba demasiado cohesionado a pesar de que el profesor no dejo de proponer y realizar, durante todo el año, experiencias de aprendizaje cooperativo para que nos conociésemos mejor. Estas eran muy similares a las que Blanca Fenández Luna explica en su entrada Aprendizaje cooperativo en Música (secundaria).
Tampoco éramos un grupo demasiado motivado aunque todos tuvimos voz y voto ante el establecimiento de los criterios de evaluación, llevamos a cabo las evaluaciones de los trabajos de nuestros compañeros/as y elaboramos un contrato de aprendizaje en el que se establecían los derechos y deberes de ambas partes (profesorado y alumnado). Se intentó lograr la aplicación del modelo feed-feed donde entre todos podíamos comunicarnos e intercambiar información, gozando de un mismo estatus (Marino y Silva, 2012). Es decir, este profesor nos ofreció la oportunidad de crear nuestro camino en la asignatura, pensó en todo y nos ofreció toda la información necesaria para obtener la máxima puntuación porque nuestra nota no dependía para nada de los resultados obtenidos, sino de nuestra implicación en el proceso para lograrlos. Sin embargo, el curso no se desarrollo como se esperaba.
Entre todas las propuestas que se realizaron explicaré los detalles de una que tenía un peso del 30% de la nota final. Esta consistía en que cada alumno/a de manera individual elaboraba un blog para compartir en él: experiencias, prácticas, recursos, metodologías, lecturas, reflexiones, etc. sobre la educación. Es decir, en nuestro blog cabía de todo, siempre y cuando lo vinculásemos con la educación. Como podéis ver esta era una propuesta muy similar a la que nosotros estamos llevando a cabo en estos momentos con nuestro blog Aprendiendo en la Incertidumbre. No obstante, las diferencias son claras:
- La propuesta no surgió del propio alumnado. Por muy innovadora que nos pareciese en ese instante no todo el alumnado estaba interesado en su realización.
- Los blogs eran individuales y aunque se nos animó a visitar y comentar en los de los compañeros y compañeras nunca nos sentimos interesados en hacerlo de verdad.
- El miedo a la incertidumbre y el caos provocó que muchos y muchas no nos sintiésemos cómodos con su realización. Tanta libertad nos sonaba a trampa, aunque no la había.
Descripción de la actividad
Como he comentado la actividad consistía en crear un blog donde abordar aspectos de la educación que nos causasen interés, rechazo, preocupación, etc. Podíamos, para ello, hacer referencia a contenidos, actividades, experiencias, aprendizajes, prácticas educativas, etc. llevadas a cabo en la propia asignatura, en otras materias del grado, durante todo tipo de educación formal e informal, de forma guiada o autodidacta, etc.
Los objetivos generales eran:
- “Generar a lo largo del curso y de la asignatura, cada vez con mayor rigor y fundamentación, un conocimiento actualizado y crítico sobre las perspectivas didácticas en torno a la escuela, la enseñanza y el aprendizaje y el papel del maestro o maestra en el período de la Escuela Infantil.
- Reflexionar, individualmente y en grupo sobre el significado y valor social de la profesión de maestro, así como valorar, de forma crítica y desde un razonamiento explícito, diferentes formas y modelos de pensar y actuar en el aula de Educación Infantil.
- Saber acceder, en caso de ser necesario, al conocimiento de las leyes y normas que regulan la etapa de Educación infantil.
- Desarrollar la capacidad de analizar, desde parámetros coherentes con el discurso teórico, diferentes experiencias y propuestas de trabajo en la Educación infantil.
- Adquirir y usar de manera apropiada el vocabulario y la terminología propios de la disciplina y de las ciencias sociales en general.
- Capacitar al alumnado par la búsqueda, selección y utilización de fuentes documentales y materiales bibliográficos propios de la disciplina.
- Adquirir el hábito de leer suplementos, revistas y literatura especializada en Educación Infantil.
- Desarrollar las competencias propias del trabajo colaborativo” (objetivos extraídos de la guía de la asignatura).
Los objetivos transversales eran:
- “Desarrollar estrategias de trabajo autónomo y en equipo.
- Obtener información procedente de diferentes fuentes y formatos.
- Utilizar las tecnologías de la información y comunicación para recoger y presentar la información.
- Participar en procesos que permitan mejorar los aprendizajes progresivamente.
- Elaborar producciones originales bastante informadas.
- Comprometerse con el cumplimiento de los acuerdos adoptados.
- Adquirir un compromiso ético permanente con los valores profesionales” (objetivos extraídos de la guía de la asignatura).
En cuanto a la temporalización es necesario indicar que se realizó durante todo el curso escolar. En el primer mes recibimos una formación básica sobre el uso de Blogger, realizamos algunas pruebas prácticas y recibidos algunos consejos para mejorar y academizar nuestras producciones a partir de las pruebas realizadas. Durante el resto de meses teníamos que elaborar y publicar nuestras entradas mientras el profesor nos animaba a su realización durante todo el proceso y ofrecía su ayuda e incluso propuestas para aquellos y aquellas que indicaban no saber sobre que escribir. Y la última semana antes de concluir con el curso, el profesor solicitó la creación de una última entrada en la que se debía reflexionar sobre los aspectos más destacados, para nosotros, de la asignatura. Buenos o malos, todos eran bienvenidos.
Por último, nosotros mismos autoevaluámos nuestra actividad y compromiso con la tarea. En mi caso dicha autoevaluación se respetó al 100%, pero desconozco lo sucedido con el resto de compañeros y compañeras. Aunque pienso que, a excepción de casos muy dispares entre la valoración establecida por el alumno y la del profesor, la puntuaciones indicadas por el alumnado se mantuvieron. Pero a pesar de toda la preparación, formación y acompañamiento por parte del profesor la experiencia no fue exitosa. En el balance final que se realizó en clase se observó que la mayoría del alumnado no llegó ni a las 10 entradas que establecimos como mínimo para obtener un aprobado en esta tarea. Además, muchas de las entradas eran breves y poco fundamentadas. A ello, se añadió que ninguno de nosotros comentamos el blog del resto de compañeros y compañeras, muchos reconocieron que ni siquiera visitaron ningún otro blog que no fuese el suyo.
Lograr el origen de una cultura participativa es complejo porque va mucho más allá de compartir textos, enlaces, etc. “Participar requiere, normalmente, un alto grado de conexión, compromiso, colaboración, solidaridad entre los miembros de una comunidad” (Marino y Silva, 2012) cualidades que nosotros no compartíamos.
Conclusión
En conclusión diré que esta práctica estaba pensada para el éxito, pero fracasó. La metodología de este profesor buscaba ofrecernos una oportunidad para dar a conocer nuestras opiniones y empezar a crear y defender nuestros principios y valores como docentes. Pero nos ocurrió lo que ya Marino y Silva (2012) describen en su artículo Pedagogía de la interactividad: “los ambientes «virtuales» de aprendizaje permanecen estáticos, continúan centrados en los mecanismos de distribución de datos, carecen de la interactividad, no tienen en cuenta la colaboración de edición ni tampoco el aprendizaje construido y conectado”. Y a nosotros nos pasó exactamente esto. Aquellos que nos convertimos en emisores nos centramos en producir y ofrecer información, pero nunca interactuamos para construir colaborativamente nuestro conocimiento.
El grupo no se comprometió. Tal vez porque era la primera vez que nos ofrecían la oportunidad de decidir en nuestra formación; quizás porque aún no nos sentíamos con la suficiente autoridad para opinar y valorar la educación desde una perspectiva tan crítica; puede que el uso de un blog público no nos hiciese sentir cómodos a todos; o que, simplemente, el grupo no estuviese dispuesto a realizar el esfuerzo de crear su propio camino. Puede que nuestra forma de actuar tuviese que ver con nuestras experiencias pasadas y es que como dijo Giroux en su Manifiesto por una Pedagogía Crítica: “Más que formar estudiantes autónomos, críticos y cívicamente comprometidos, los reformistas matan la imaginación al despolitizar todo vestigio de enseñanza y de aprendizaje. El único lenguaje que conocen se basa en el discurso del beneficio y lo disciplinario” (Aparici, Escaño y García, 2018). Encontraréis mucha más información sobre esta idea en la entrada de Rubén Gómez Méndez: La educación como factor de cambio social.
Así, pues, a la pregunta ¿Era una actividad basada en el proceso? La respuesta es SÍ. Toda la asignatura se evaluó considerando el esfuerzo y dedicación del alumnado y no los resultados obtenidos. Aunque el profesor trató de guiarnos para que los productos elaborados presentasen la mayor calidad posible. Sin embargo, todo ello no aseguró el éxito de esta práctica docente. Es posible que aunque el profesorado quiera innovar el alumnado se niegue a ello. También, cabe pensar que el profesorado no siempre sabe motivar al alumnado como es necesario. Pero, sin embargo, para mí esta experiencia educativa, aunque en ese momento no lo sabía, fue el inicio de mi interés por aprender y enseñar bajo los principios de una pedagogía crítica.
Referencias:
Conclusión
En conclusión diré que esta práctica estaba pensada para el éxito, pero fracasó. La metodología de este profesor buscaba ofrecernos una oportunidad para dar a conocer nuestras opiniones y empezar a crear y defender nuestros principios y valores como docentes. Pero nos ocurrió lo que ya Marino y Silva (2012) describen en su artículo Pedagogía de la interactividad: “los ambientes «virtuales» de aprendizaje permanecen estáticos, continúan centrados en los mecanismos de distribución de datos, carecen de la interactividad, no tienen en cuenta la colaboración de edición ni tampoco el aprendizaje construido y conectado”. Y a nosotros nos pasó exactamente esto. Aquellos que nos convertimos en emisores nos centramos en producir y ofrecer información, pero nunca interactuamos para construir colaborativamente nuestro conocimiento.
El grupo no se comprometió. Tal vez porque era la primera vez que nos ofrecían la oportunidad de decidir en nuestra formación; quizás porque aún no nos sentíamos con la suficiente autoridad para opinar y valorar la educación desde una perspectiva tan crítica; puede que el uso de un blog público no nos hiciese sentir cómodos a todos; o que, simplemente, el grupo no estuviese dispuesto a realizar el esfuerzo de crear su propio camino. Puede que nuestra forma de actuar tuviese que ver con nuestras experiencias pasadas y es que como dijo Giroux en su Manifiesto por una Pedagogía Crítica: “Más que formar estudiantes autónomos, críticos y cívicamente comprometidos, los reformistas matan la imaginación al despolitizar todo vestigio de enseñanza y de aprendizaje. El único lenguaje que conocen se basa en el discurso del beneficio y lo disciplinario” (Aparici, Escaño y García, 2018). Encontraréis mucha más información sobre esta idea en la entrada de Rubén Gómez Méndez: La educación como factor de cambio social.
Así, pues, a la pregunta ¿Era una actividad basada en el proceso? La respuesta es SÍ. Toda la asignatura se evaluó considerando el esfuerzo y dedicación del alumnado y no los resultados obtenidos. Aunque el profesor trató de guiarnos para que los productos elaborados presentasen la mayor calidad posible. Sin embargo, todo ello no aseguró el éxito de esta práctica docente. Es posible que aunque el profesorado quiera innovar el alumnado se niegue a ello. También, cabe pensar que el profesorado no siempre sabe motivar al alumnado como es necesario. Pero, sin embargo, para mí esta experiencia educativa, aunque en ese momento no lo sabía, fue el inicio de mi interés por aprender y enseñar bajo los principios de una pedagogía crítica.
Referencias:
- Marino, R. A., y Silva, M. (2012). Pedagogía de la interactividad. Comunicar: Revista científica iberoamericana de comunicación y educación, (38), 51-58.
- Aparici, R.; Escaño, C.; y García, D. (2018). La otra educación. Pedagogías críticas para el siglo XXI. Editorial UNED.
Buenas compañera, creo que el alumnado en la actualidad, es un alumnado difícil, además de que no creo que el problema sea que el profesorado no esté preparado para motivar, creo que el alumnado está esperando a que el profesorado, prepare sus clase, reparta sus apuntes o sigua un libro de texto, si es posible nos deje dentro de nuestra zona de confort.
ResponderEliminarInteresante experiencia, que cuadra bastante con lo que yo veo a diario en clase.
ResponderEliminarCuando das mucha libertad, el alumno, que no esta acostumbrado a ella, se desorienta, y suele realizar un trabajo mediocre en el mejor de los casos, ya lo referencie en mi post sobre los mooc, salvo casos puntuales, de ese alumnado excelente, que hagas lo que hagas siempre va a conseguir su conocimiento, superando lo que tenias preparado para él.
Por otro lado, creo que es un problema intrinseco a la educación formal, aquella que realizamos para alcanzar un título el día de mañana, y no creo que sea problema del alumnado actual como indica evangelina, sino que se propaga a lo largo de todas las épocas. La motivación principal en una educación formal es culminar los estudios y obtener el título, un porcentaje muy pequeño de ese alumnado, esta realmente interesado en aprender sobre ese campo, necesitamos el título para poder acceder a un trabajo específico, nuestro objetivo es el trabajo, no el estudio de la materia...
Muy interesante lo expuesto, y lo veo en línea de lo mucho que ocurre hoy en día.
ResponderEliminarLas redes sociales, blogs, herramientas de comunicación, superan con creces la capacidad y medios (tiempo, atención, energía, interés) de los que se suele disponer. Estamos en una sociedad en la que una persona desarrolla multitud de roles, y eso consume recursos. Hacemos muchísimo más, con menos obstáculos y en menos tiempo que hace apenas 25 años. Pero tenemos el mismo cerebro. Y el cerebro tiene sus limitaciones, y hoy en día, ya es una cuestión de autodefensa.
No es que no te gusten determinados foros o blogs. Es que el dimensionamiento no es correcto. No se le puede pedir a las personas que lean 70 mensajes diarios de 7 foros, ni que hagan seguimiento de 30 blogs, ni que se lean en 3 semanas 4 libros densos, y además que lleven sus vidas, que ni que decir tiene como son sus vidas si hablamos de adultos... es simplemente un dimensionamiento inadecuado. No caben 1000 litros en un tetrabrik. Y ahí aparece la autodefensa, los que tratan de sobrevivir, los que tratan de dar lo mayor y/o mejor posible y por supuesto los que se escudan en el trabajo de los demás para no trabajar, por los motivos que sea más o menos justificados.
Los medios hoy en día nos dan acceso a multitud de información, pero nosotros no podemos abarcarla toda. Es hoy más necesario que nunca dimensionar que esfuerzo y tiempo va a llevar una asignatura y tener en cuenta el esfuerzo que también necesitarán todas las demás asignaturas. Difícil cuestión.
Una nueva variable más a tener en cuenta en el diseño de un camino de aprendizaje. Y todavía más cuando se entrecruzan alumnos de diferentes niveles y bases y diferentes capacidades y velocidades de aprendizaje.
¡Qué reflexión tan interesante! "No caben 1000 litros en un tetrabrik".
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