Siempre he apostado por miradas creativas en el aula, producir expectación, uir de la rutina cambiando la ubicación dentro del aula o buscando otros escenarios en los que dar la clase, como el gimnasio o el patio. nos sentamos en unas escaleras exteriores del conservatorio y les pongo a hacer los ejercicios que les he dado en un folio para que solo tengan que ir completando correctamente mientras yo me dedico a revisar y resolver las dudas que van teniendo.
Me apunté a este master buscando respuestas y gracias a blogs como este, puede que las encuentre, entre tanta gente creativa, que han puesto en sus banderas la busqueda de una nueva forma de ser docente, que rompe con el pasado.
En mis clases uso el Whatssap como medio de comunicación entre el alumnado y entre el alumnado y yo, es cierto que personaliza muchisimo la enseñanza, aunque tambien necesita una dedicación muy grande El Whatssap permite una comunicación muy cercana y constante y que todo el alumnado y sobre todo el alumnado con más dificultades, pueda ser apoyado en su proceso de aprendizaje, no solo por la profesora sino tambien por sus compañeros,ellos y ellas me mandan mensajes como a uno de sus compañer@s, con la misma cercanía. Funcionamos de dos maneras diferentes, con un grupo de Whatssap en el que están incluidos el alumnado de cada grupo, este chat se utiliza para las necesidades generales, explicaciones, dudas de los ejercicios, envio de materiales, compartimos tutoriales, compartimos drives de trabajos colaborativos etc, Pero también el alumnado me manda individuales directamente a mí, cuando necesitan resolver dudas o simplemente se averguenzan al enviar sus dudas en el grupo y prefieren o necesitan un apoyo más específico por algún motivo. Segun Aparici y Silva (2012) la pedagogía de la interactividad propicia el diálogo en la webb 2.0
Mis compañeros y compañeras en este blog, en el que aprendemos de manera colaborativa, producen ideas con las que crear ilusión, como las actividades propuestas por Ana Mariñosa
Yo he utilizado una actividad parecida que es una variante quizá de la de Ana que se titula: SI FUERA UN....SERÍA.... porque.....
Esta actividad la he utilizado en música para trabajar diferentes conceptos, como por ejemplo los instrumentos, Os voy a poner ejemplos:
- Si fuera un instrumento sería un chelo porque su sonido es penetrante, hondo, que sale desde lo profundo y te llega al corazón, con timbre variable y voluble, puede ser triste, muy pensativo, no es agil, pero sus palabras tendrían mucho sentido etc...
- Es posible trabajar muchos conceptos musicales: las notas, las tonalidades, las figuras rítmicas, los compositores, los géneros musicales, las formas, los estilos, las obras, etc.
- Esta actividad se puede hacer en cualquier enseñanza, da mucho juego en las primeras clases porque personalizas la enseñanza, sirve para que el alumnado se conozca a si mismo, ayuda a que se conozcan entre ellos, posibilita la integración del grupo y que intenten comprender como se comportaría cada personaje, elemento químico o fórmula matemática y que busquen lo que mimetiza más con ellos y que se conozcan y valoren entre ellos y a sí mismos.
- Por ejemplo en historia, si fuera un personaje histórico me gustaría ser Cristobal Colón, porque era aventurero, consiguió convencer a reyes de su aventura y creyo trazar otra ruta a las indias,
- Si fuera una elemento quimico sería O, porque lo necesitamos para vivir,
- Si fuera una operación matemática sería una suma, porque soy de las que siempre están en positivo,
- Si fuera un tipo de palabra seria un adbervio, sería más, porque estoy ábida de novedades,
- O si fuera un escritor sería Neruda, porque puedo escribir los versos más tristes esta noche,
- Si fuera un personaje de una obra literaria sería el Quijote...porque voy luchando contra molinos de viento para conseguir lo que quiero.
Revisando actividades que puedan seros útiles me he acordado de que en algunos momentos cuando he tenido que dar contenidos de tipo histórico he usado Fakebook, una aplicacion que permite crear perfiles tipo Facebook y permite que el alumnado dividido en grupos investigue sobre un personaje de la historia.
Os inserto aquí un enlace de una profesora de conservatorio que me dió la pista sobre las posibilidades de esta aplicación: Posibilidades de Fakebook
Soy músico, creo que decir que soy musica estaría muy bonito pero no sería el término adecuado, he dado clase en Secundaria de Música y soy profesora de Conservatorio desde hace varios años.
Dar clase en el conservatorio siempre es fácil, con alumnos extremadamente motivados, hay muchas experiencias y vivencias de mis clases del conservatorio, pero las más dificiles las he vivido en Secundaria, ya que las leyes nos han puesto en el puesto de la asignatura "María" Mi compañera Blanca comparte conmigo en este Blog la misma problemática.
Como este blog pretende ser motivador y abierto he decidido contar varias experiencias que me han ocurrido como profesora de secundaria y de conservatorio, espero que os resulten algunas educativas y sobre todo entretenidas.
Mi primera experiencia reglada como
profesora de música fue en Secundaria. Sustituía a una profesora que se había
dado de baja por depresión y que a su vez había sido sustituida por otro
compañero, que a las dos semanas se dio de nuevo de baja por depresión.
Las apuestas estaban en la mesa, hasta los compañeros bromeaban sobre cuánto
tiempo aguantaría el siguiente docente.
Llegue súper feliz a mi primer destino con 23 añitos, era un instituto de un pueblo y la directora me advirtió de la problemática que tenía en mis clases, en las que había varios alumnos y alumnas disruptivos que no permitían dar clase, molestando, contestando y dando guerra, eran hijos de agricultores que no querían estudiar y que sabían que se iban a dedicar al campo y que dejarían los estudios en cuanto pudieran, me los señaló en las fichas de clase, y me dijo que al menor problema, se los enviara a su despacho y que ella se encargaba de protegerme. La directora era de esas de armas tomar, que los ponía firmes en un pispás, de esas de la vieja escuela, era de las que creía que la mano dura consegía los mejores resultados.
Llegue súper feliz a mi primer destino con 23 añitos, era un instituto de un pueblo y la directora me advirtió de la problemática que tenía en mis clases, en las que había varios alumnos y alumnas disruptivos que no permitían dar clase, molestando, contestando y dando guerra, eran hijos de agricultores que no querían estudiar y que sabían que se iban a dedicar al campo y que dejarían los estudios en cuanto pudieran, me los señaló en las fichas de clase, y me dijo que al menor problema, se los enviara a su despacho y que ella se encargaba de protegerme. La directora era de esas de armas tomar, que los ponía firmes en un pispás, de esas de la vieja escuela, era de las que creía que la mano dura consegía los mejores resultados.
Estaba muerta de miedo la mañana de mi
primera clase, pero con confianza en mi potencial y llena de ilusión por mi
nueva vida y mi reciente empleo de interina.
Tenía que atravesar todo el pueblo desde el hostal en el que me hospedé hasta llegar al instituto que estaba al final del pueblo. El pueblo es encantador, en la sierra y con múltiples iglesias con gigantescos nidos de cigüeñas.
¿Sabéis lo que me ocurrió el primer día según estaba pisando el patio del instituto a las 7,50 de la mañana ante todos los que esperaban el toque de la sirena para entrar? Recibí una señal inequívoca del cielo, un mensaje divino que me decía retrocede, huye. Algo líquido, pringoso, enormemente mojado, grande, escurridizo y sucio, me caía desde la cabeza hasta los pies y me empezaba a correr por la cara, por inercia cerré los ojos (siempre escuché que se podían quemar los ojos con las cosas que te caen del cielo) y me quede parada sin saber qué hacer con los ojos cerrados, mientras la masa viscosa me recorría. Me había cagado encima una cigüeña, pero mi sensación era de que un elefante volador se había ensañado conmigo. Sentí cuatro manos que me agarraban, me hablaron y me condujeron a dentro del instituto ayudándome a subir las escaleras. Me dieron papel para limpiarme y me ayudaron a poder abrir los ojos. ¿Sabéis quienes estaban ayudándome? los siete chavales que habían sido señalados por la directora como los alumnos y alumnas peores.
Tenía que atravesar todo el pueblo desde el hostal en el que me hospedé hasta llegar al instituto que estaba al final del pueblo. El pueblo es encantador, en la sierra y con múltiples iglesias con gigantescos nidos de cigüeñas.
¿Sabéis lo que me ocurrió el primer día según estaba pisando el patio del instituto a las 7,50 de la mañana ante todos los que esperaban el toque de la sirena para entrar? Recibí una señal inequívoca del cielo, un mensaje divino que me decía retrocede, huye. Algo líquido, pringoso, enormemente mojado, grande, escurridizo y sucio, me caía desde la cabeza hasta los pies y me empezaba a correr por la cara, por inercia cerré los ojos (siempre escuché que se podían quemar los ojos con las cosas que te caen del cielo) y me quede parada sin saber qué hacer con los ojos cerrados, mientras la masa viscosa me recorría. Me había cagado encima una cigüeña, pero mi sensación era de que un elefante volador se había ensañado conmigo. Sentí cuatro manos que me agarraban, me hablaron y me condujeron a dentro del instituto ayudándome a subir las escaleras. Me dieron papel para limpiarme y me ayudaron a poder abrir los ojos. ¿Sabéis quienes estaban ayudándome? los siete chavales que habían sido señalados por la directora como los alumnos y alumnas peores.
Soy alegre
y divertida y me lo tomé como algo gracioso y no pensaba amedrentarme por una
boñiga voladora inoportuna, puede que
algún gracioso bromeara conmigo del suceso durante todo el curso, pero por mi carácter,
me lo tomé a broma siempre y yo misma respondía con alguna jarana, las apuestas cesaron, ya no era la futura
depresiva que se largaría, si había soportado un boñigazo a la puerta de un
instituto, aguantaría lo que me echaran, incluso algunos compañeros/as y alumnos/as valoraron mi capacidad para reírme
de mi misma.
Conseguí que esos alumnos y alumnas se
sintieran tan protectores conmigo, fueron tan empáticos y yo había perdido el
rol de profesora tradicional que impone su voluntad y obliga a los alumnos a
obedecer, que no me dieron ningún problema en el resto del curso.
Para reforzar el vínculo les di una serie de
responsabilidades y conseguí que se sintieran involucrados con la
asignatura y conmigo y termine un curso maravilloso sin ningún problema,
hice actividades que nunca se habían hecho en ese instituto, hicimos sesiones
de bailes musicales en las que mis mejores bailarines fueron esos alumnos/as
más difíciles, conciertos didácticos en los que, los que quisieron ser
los directores de orquesta fueron precisamente los y las difíciles.
El
pueblo era pequeño y las actividades culturales y festivas permitían intercambios
fuera de las aulas, en las que conocí a las familias, conviví con ellos y ellas
en romerías campestres y en fiestas populares, vi sus problemas, sus
necesidades, sus conflictos. Fue un precioso año.
De
esta experiencia no debéis de sacar que os tiene que cagar una cigüeña para
tener un curso precioso con alumnos disruptivos, tenéis que sacar que somos
humanos, que tenemos que tener afán de superación y sabernos crecer ante las
dificultades, que hay que ser cercanos, que la figura del profesor lejano y
firme no sirve para atraer a personas que tienen conflictos en sus vidas y que esos
conflictos se resuelven con la comprensión, con la cercanía y que a veces lo
importante no son los contenidos, sino enseñarles a vivir y descubrir las necesidades
que tienen y propiciar que sientan pasión por la vida, por hacer cosas y por la
música que es mi área.
El siguiente curso comenzó con ciertos
problemas ya que tenía media plaza de profesor de música de secundaria en un
centro en que compartía departamento con otro compañero, un hombre de 50 años
que el primer día, al reunirnos me dijo qué libro tenía que mandarles a los
alumnos (ya que la editorial siempre le regalaba cosas) me increpó que no podía
venir y cambiar las cosas porque yo quisiera. Este jefe de departamento rancio
y amargado pretendía decidir las actividades que yo debía de hacer y cómo
tendría que dar las clases.
Hoy
en día, la gran mayoría de centros en Andalucía, con el cheque libro publican
sus libros previamente, y los docentes están condicionados a las editoriales decididas
anteriormente, pero siempre se pueden
hacer materiales propios para compartir con el alumnado o propiciar materiales
de internet.
Corté
en seco a este individuo diciéndole que él no podía obligarme a dar las clases
a su manera. Tuve que enfrentarme durante todo el curso a este señor, pero el
resultado final fué, que tuvo que reconocer que se había equivocado y
darme la enhorabuena, porque las actividades que hice resultaron tan bonitas y
educativas que me felicitaron desde la dirección del centro. Hicimos
conciertos musicales preciosos, colaboramos desde el aula de música para la
realización de un teatro haciendo los efectos sonoros, la ambientación sonora,
la música y los bailes. Compusieron los alumnos y alumnas obras aleatorias
utilizando todos los elementos musicales y se estrenaron en un concierto tocado
por ellos con flautas, e instrumentos de percusión afinada.Hicimos un tablon de información musical en el que todos podían colgar noticias musicales de distinto tipo.
En
los recreos les di clase de piano a todos los que querían aprender y muchos de
ellos entraron en el conservatorio.
Cada mañana al coger el autobus para ir a mi trabajo el conductor escuchaba todos los dias al grupo Camela, ¿que creeis que fué lo peor de ese curso para mi?
A veces las dificultades vienen por los propios compañeros que pretenden imponerte sus criterios y te evaluan en cada paso que das esperando a que te caigas. Pero un docente tiene que pensar la enseñanza de una manera enriquecedora y ser coherente con sus pensamientos y no permitir que nadie impida realizar su oficio con pasión y alegría.
Cada mañana al coger el autobus para ir a mi trabajo el conductor escuchaba todos los dias al grupo Camela, ¿que creeis que fué lo peor de ese curso para mi?
A veces las dificultades vienen por los propios compañeros que pretenden imponerte sus criterios y te evaluan en cada paso que das esperando a que te caigas. Pero un docente tiene que pensar la enseñanza de una manera enriquecedora y ser coherente con sus pensamientos y no permitir que nadie impida realizar su oficio con pasión y alegría.
Por
aquel entonces mientras trabajaba en secundaria, yo era una aspirante de la
bolsa de conservatorios y deseaba sacarme las oposiciones de mi especialidad.
Un
amigo que era profesor de mi especialidad del conservatorio, me ofreció dar una clase a su alumnado como práctica, pero me dijo
exactamente qué debía explicarles, cómo hacerlo, con que actividades y me
condicionó tanto que yo no tuve ninguna libertad, ni apenas implicación en el
proceso, era una copia inexacta del original, sintiéndome muy insegura de los
contenidos, de los materiales y de las actividades, di la peor clase que he
dado en mi vida, y el error fue que no era yo, fue una experiencia malísima, ni
siquiera los contenidos creía que deberían de enseñarse así.
A veces los
modelos pueden resultar muy positivos pero para dar clase tienes que saber quién
eres y cómo eres y no puede haber mentiras entre tú y el alumnado porque seguro
que las descubren.
Clara Luz Fernández Vecino
Clara Luz Fernández Vecino
Cuántas verdades! Evidentemente no he podido evitar reírme con tus anécdotas, pero me quedo ante todo con tu facilidad de adaptación y capacidad por luchar por lo que quieres y en lo que realmente crees. El copia pega nunca ha funcionado y nunca funcionará en educación, un alumno=un contexto diferente
ResponderEliminarGracias Mónica, efectivamente el copia y pega no funciona y a veces es dificil en clases de grupo ser capaz de adaptarse y comprender las necesidades educativas de cada persona. Las ratios en secundaria y en Bachillerato son brutales. La administración debería de bajar las ratios para que los docentes podamos hacer mejor nuestro trabajo.
ResponderEliminarMe siento muy identificada con tu primera experiencia en centro complicado, ya que el curso pasado estuve los 4 últimos meses en uno bastante complejo, del que saqué muchos aprendizajes. Además, soy de la especialidad de música, y bien sabemos que si todas las asignaturas se toman a cachondeo en determinados centros, más aún la nuestra (o la tuya antigua). Desde luego, hay que utilizar esa supuesta "facilidad" de la asignatura para dejar a todos con la boca abierta como tú conseguiste hacer. Me llevo muchas ideas interesantes de tu post, algunas otras las podrás ver en el que publicaré en breve. Gracias, Clara!
ResponderEliminarBñanca: Cuando quieras compartimos actividades. En secundaria estuve 3 años pero llevo dando clase en conservatorios otros 20 años y como tengo dos hijos he ofrecido actividades a sus profesores de música durante muchos años.
ResponderEliminarMe parece genial. Cuando estemos algo menos agobiados en verano, sin duda alguna. Me encanta aprender de mis compañeros de música y siempre intento llevarme algo de los centros por los que voy pasando y compañeros que voy conociendo. Muchas gracias!
EliminarGenial. compartimos actividades, y aunque ahora estoy en el conservatorio, tambien trabajo con niños/as de 3 de la ESO y hay muchas cosas que pueden funcionar en los dos centros.
EliminarClara, soy músico, y la verdad puedo entender, por desgracia, cómo se toma esta asignatura (en general). Todo es aprendizaje, verdad? Asique me alegro por ese lado, y por tu fortaleza y esfuerzo. Me ha encantado el post. Muchas gracias por compartir tus vivencias :)
ResponderEliminarSI las nuevas leyes no ayudan demasiado. En primaria la formación es bastante mínima y en secundaria la especialidad de música es una María que completa un horario mínimo. Así que tenemos que aprovechar el tiempo y hacer que la música que forma parte de la vida de nuestros adolescentes sea una asignatura de aprendizaje de comprensión de sus vivencias músicales en el mundo real. Si es cierto que por ese motivo creo que los profesores y maestros de música tienden a reinventarse en cada curso y en cada grupo, vivimos la incertidumbre con mayor empeño. Nuestra especialidad suele dar profesores creativos con muchas ganas de crear una pedagogía innovadora y nunca estamos instalados en zonas confortables, siempre activos renovandonos.
EliminarTeneis todo mi cariño y comprensión. Juntas, compartiendo nuestros aprendizajes somos más fuertes y con más capacidades y mejores docentes.