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La escuela rural en la España vacía ¿está conectada?


La escuela rural en la España vacía ¿está conectada?

María del Pilar Gómez Mondino


En la actualidad, la tecnología esta impregnando todos los espacios de la vida, las posibilidades que aporta internet con el acceso a la aldea global son impresionantes pero ¿qué pasa dónde no hay conexión? Y ¿dónde internet no funciona y además hay una escuela?

Los efectos de la ruralidad y la despoblación son una incipiente preocupación para las administraciones públicas y para los propios pobladores de estos espacios. Existen movimientos sociales que ponen de relieve las preocupaciones de los entornos rurales, podemos ver en diferentes iniciativas a modo de asociaciones y plataformas de pobladores en dónde ponen de manifiesto las reivindicaciones de la España vacía.



A las posibilidades de acceso y difusión de información facilitado por la tecnología, la participación ciudadana está realizando una tarea de selección, interpretación y modificación de hechos sociopolíticos, tradicionalmente informados en exclusiva por los medios de comunicación.

El acceso a internet determina el acceso a la información, y la información es poder.


En la publicación de la UNESCO con motivo del día de la libertad de prensa se expone que la información puede cambiar la manera en que vemos el mundo que nos rodea, nuestro lugar en él y la manera en que organizamos nuestras vidas para aprovechar al máximo los beneficios disponibles gracias a nuestros recursos locales.

La adopción de decisiones basada en hechos puede modificar considerablemente nuestras perspectivas políticas, sociales y económicas. El derecho al acceso a la información puede interpretarse dentro de los marcos jurídicos que respaldan la libertad de información.

La posibilidad de conectarse a Internet y los recursos telemáticos son cruciales para un acceso irrestricto a la información.

En otros informes, como Plan de acción para la agenda 2030, se recoge la importancia de las nuevas tecnologías en mejorar las posibilidades de las personas que viven en los pueblos, en especial de colectivos concretos como las mujeres, la importancia de un desarrollo sostenible, donde las áreas y poblaciones rurales sean prósperas, pobladas, articuladas y conectadas.

Algunos retos sociales en España como envejecimiento de su población y un alto índice de despoblación rural, plantea importantes desequilibrios territoriales.

No menos importante es el apoyo al desarrollo e integración de nuevas tecnologías digitales en las múltiples aplicaciones industriales y sectoriales.

Las Mujeres rurales y la importancia de la profesionalización de los cuidados de las personas, requieren de formación y oportunidades de acceso. Internet puede ser un aliado para mejorar la accesibilidad. Sin embargo, se necesitan mediadores tecnológicos e infraestructuras que den acceso a la conectividad real.  
       
  Según el informe de 2018 sobre el medio rural y su vertebración social y territorial:
…La educación se convierte en la principal vía para alejarse del medio rural…
   La accesibilidad se convierte en un reto pero las escuelas sin acceso a internet:

¿están conectadas?


           


Muchos centros educativos trabajan en potenciar la accesibilidad y el acceso a internet, los cambios normativos, sobre todo en la protección de los derechos a la privacidad,  hacen que el uso de apps en servidores externos a la Unión Europea genere discrepancias sobre el uso si o el uso no.
       
 Si en las etapas de educación primaria y secundaria existen deficiencias en el uso de la tecnología en los centros, ¿cómo se pueden unir los centros rurales a la aldea global? Pero en verdad ¿se tienen que unir?

La escuela rural española es un ejemplo, pero ¿qué pasa en el resto del mundo rural?

En el documental de Javier Fesser sobre la llegada de internet a zonas rurales iberoamericanas, se abre el debate de las oportunidades de acceso a internet y la necesidad de mediadores tecnológicos para desarrollar las competencias de uso.
Enlace la vídeo "Bienvenidos"


        En el documental “Bienvenidos”


   Anny y su hermano Alidel, de nueve y seis años, todos los días caminan tres horas hasta la escuela de Ingatambo, recorriendo valles y montañas, pues viven en una comunidad campesina en el corazón de los Andes peruanos, a más de 4000 metros de altura.

  Gisela, la prima de Anny, va a otra escuela. Gisela es afortunada: los ingenieros han instalado en su escuela de Vista Alegre los paneles solares y la antena para tener Internet. En este proyecto denominado Luces para aprender liderado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, se lleva la electricidad a través de la energía solar y el acceso a Internet a 57.000 escuelas de Iberoamérica, la mayor parte situadas en zonas rurales de difícil acceso.

            Estar en el mundo virtual requiere de una oportunidad real de acceso y en la actualidad se requiere, cada vez más, una mínima calidad, traducida en velocidad.

La realidad se aleja de estos espacios hiperconectados que quizás se den en las grandes urbes pero que requieren otras características en las zonas rurales, la accesibilidad desde dispositivos móviles hasta los dispositivos más veloces conectados a  redes de fibra óptica.


   Existe un mundo en la red que condiciona la interactividad del alumnado a sus características técnicas y de acceso, las respuestas instantáneas de algunos se convierten en imposibles de otros.


   Las escuelas públicas necesitan mejorar las infraestructuras de acceso, se generan grandes diferencias con los centros urbanos pero si estas diferencias se comparan con otros entornos rurales europeos o latinoamericanos, la brecha es aún mayor.

            Los tiempos, ¿son iguales? ¿Podemos esperar la misma incertidumbre?



  
Si se mira a la Escuela como un sistema imprevisible que aprende en el marco de la complejidad y de la incertidumbre, es de esperar que se generen aprendizajes a partir de estos tres elementos, ligados al acto de vivir, el cual es el mismo acto de aprender. Se puede hablar aquí de bioaprendizajes, esos que se gestan a la par de que el alumno se relaciona con su nicho vital, que en este caso es la Escuela, en su entorno.
Si el entorno lo definimos como un sistema caótico, una pequeña variación en él, genera una alta imprevisibilidad en el fenómeno, a diferencia de otros modelos de sistemas. Será difícil de predecir y, a veces, de controlar su evolución futura.


Existe un mundo en la red que condiciona la interactividad del alumnado a sus características técnicas y de acceso, las respuestas instantáneas de algunos se convierten en imposibles de otros.

            En algunos estudios se parte desde la siguiente idea inicial:

Marta Lazo, C., y Gabelas Barroso, J. A. (2009): ‘Diferencias en el consumo audiovisual y multimedia de los menores: Entorno rural y urbano’, Anàlisi: Quaderns de Comunicació i Cultura, (39), 203-216.


Una de las hipótesis de partida es que los menores de poblaciones rurales refieren más los canales de entretenimiento natural (comunicación  interpersonal con el grupo de pares, juego en la calle, práctica de deportes, etc.) que la diversión proveniente de escenarios virtuales, fruto del contacto con pantallas.
            

Las diferencias de accesibilidad generan desigualdades de acceso a la red y a la participación, los docentes de entornos rurales tienen menos recursos y se hace tarea casi imposible trabajar en entornos digitales con unos mínimos de calidad.
            
Estamos en una brecha de acceso, hemos superado los umbrales de la primera toma de contacto pero la accesibilidad equitativa sigue siendo un reto.

            Escuela rural y escuela urbana, entornos complejos y singulares, ¿necesitan una atención diferenciada?
               

Los centros educativos no son ajenos a esta realidad y comparten singularidad, condicionados a su entorno. La velocidad y la incertidumbre van a otra escala y lo inmediato, a veces, no lo es tanto.

Cómo incide esta diferencia en los procesos de enseñanza aprendizaje del alumnado, el uso de dispositivos conectados a la red, así como las experiencias de calidad ligadas a la inmediatez. De esta manera, la complejidad se hace determinante para la interpretación de las dinámicas de la Escuela, dado que el ser humano es complejo en su naturaleza.

En una sociedad determinada por las interacciones entre lo global y local, la comprensión de sus problemas requiere de un abordaje y una visión multidimensional y de un pensamiento integrador con la capacidad de contextualizar en su entorno inmediato.

            En el reciente estudio "PISA in Focus" titulado "Asistir a una escuela rural marca cómo y qué aprendes", la OCDE recuerda que el informe internacional PISA 2015 fija que los alumnos de escuelas rurales obtienen hasta 31 puntos menos en Ciencias en comparación con los urbanos.
       
            España pertenecería a un grupo, según la OCDE, en el que "solo" los estudiantes rurales con un nivel adquisitivo similar superarían a los urbanos.

           La construcción del conocimiento no es posible sin un proceso de transformación en el sujeto a nivel mental, histórico, cognitivo y biológico; esto último, si se asuma a que el aprendizaje no solo está ligado al acto de vivir, sino que es la vida misma, en donde el escolar está constantemente interactuando con su entorno …

Debemos tener en cuenta que aún quedan entornos que no están conectados al 100% pero logran posicionarse con proyectos educativos que requieren de conexión explotando el entorno al máximo, para sacar el mejor partido a sus recursos.

      La innovación y la creatividad hacen florecer ideas que posibilitan minimizar limitaciones y ampliar posibilidades. Aunque la conectividad sea un requisito para el acceso, habrá que repensar si el acceso total predispone a experiencias enriquecedoras y buscar nuevas herramientas que favorezcan la incorporación a la aldea global a todos aquellos que no están en las grandes urbes. Garantizando las mismas oportunidades a todos y todas.

Nos sentencia Rovira que a partir de los noventa, Internet resquebraja el sistema mediático hegemónico. En los albores del nuevo siglo, la acción colectiva contenciosa adoptará formas extendidas del pragmatismo hacker: un «hacer» sin pedir permiso.

¿Es necesario afrontar el entorno rural con otras gafas tecnológicas y comunicativas?

Si se tiene acceso ¿qué garantiza una participación real en la aldea global? 
¿Hablamos de alfabetizaciones digitales? ¿Múltiples, quizás? ¿Cómo se mide y garantiza la calidad para la participación?

Educación y tecnologías, entornos naturales y entornos virtuales, rural y urbano, cultura hacker y sistemas caóticos son términos que nos abren el paso a la reflexión sobre la introducción de internet en pequeños núcleos de población.

¿Está la educación rural en la aldea global?

Un ejemplo en la escuela pública Santa Cecilia, de un entorno rural de poco más de 1000 habitantes, la cual este año ha conseguido el premio de calidad de la comunidad autónoma con su proyecto sobre magia como línea de trabajo de centro, potenciando la creatividad y participación de su alumnado.
Sin embargo, también ha organizado un mercado mágico para recaudar fondos para la renovación de sus equipos informáticos.

Vídeo de la iniciativa Mercadillo mágico

 Escuela de ciencias Espiciencia


También existen iniciativas que trabajan desde modelos diferentes a los tradicionales, y al igual que la escuela CEIP Santa Cecilia promueven otras formas de aprender, como la escuela de ciencias Espiciencia, la cuál en el entorno rural, ya dispone de premios nacionales e internacionales.


Su modelo de trabajo se diferencia de los tradicionales ya que utiliza la investigación y la curiosidad como ingredientes para incorporar la ciencia en el día a día de sus alumnos y alumnas.


  El éxito está, desde mi punto de vista, en permitir la escucha y la participación de todos y todas, apoyar las iniciativas de feed-feed, centrándose en el proceso de desarrollo de las actividades y creando un producto final, un aprendizaje para todos y todas. Tanto docentes como familias y alumnado.


En ocasiones las actividades que se desarrollan en torno a un proyecto de centro con una línea de trabajo más innovadora que no tenga como eje el libro de texto, la repetición y reproducción de modelos tradicionales son las claves del trabajo y la participación de docentes y alumnado motivado. En ocasiones, creando reticencias y problemas de coordinación de aquellos que no quieren salir de su zona de confort. 

No estamos en la escuela en la que hemos aprendido, el contexto ha cambiado y los recursos también , ni que decir de las perspectivas inciertas de algunas profesiones y campos de estudio con la introducción del Big Data y las nuevas tecnologías.  

Saber qué se está haciendo, con la posibilidad de reconfigurar y crear las actividades para que sean motivadoras hace que el alumnado se implique y desarrolle sus intereses. Así contestamos a la pregunta ¿es una actividad centrada en el proceso?

El proceso es lo que hace el camino más interesante, igual de incierto y con  múltiples elementos.

Propongo que todas las acciones educativas basadas en procesos feed-feed son actividades centradas en el proceso.

¿Cuáles son tus gafas tecnológicas y comunicativas?



















Comentarios

  1. Algunas noticias comentan las diferencias de educar en entornos rurales pero se acompañan de conectividad https://www.facebook.com/633841453432344/posts/1317516271731522/ será la conectividad una oportunidad para fijar población.

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  2. La existencia de la escuela rural es el último pilar para que los pueblos no desaparezcan. Trabajar en conectar estas escuelas es fundamental para que sus alumnos sean competentes en un mundo interconectado. http://escuelarural.net/

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  3. Me ha gustado mucho tu entrada María. Estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Mercedes, debemos de hacer llegar la educación a todos los puntos posibles para que estas escuelas rurales no acaben por desaparecer.

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